Pues no, no tengo nada claro lo que quiero ni, mucho menos a quién quiero, no sé qué coño le pasa a mi corazón para que no deje de latir con fuerza cada vez que nuestras miradas se entrelazan por casualidad. No sé lo que tengo que hacer pero sigo adelante con esta historia, bueno más bien con estas historias. Ahora estoy mucho más que rayada, sigo comiéndome la cabeza por tonterías y planteándome todas esas preguntas sin respuesta. Preguntas como ¿por qué, después de todo, sigo aquí? ¿Qué me das para que quiera seguirte hasta los límites de la realidad? Solo tengo una cosa clara, y es que por mucho que siga intentando olvidar no voy a poder olvidarlos, por mucho que me duela. También sé que no podré vivir sin ninguno de ellos porque ellos son parte de mi vida. Ahora mismo no sabría decir cual de los dos ocupa un mayor espacio en mi corazón ni a cuál de los dos prefiero. Sé que cualquier día me hundiré, me cansaré de toda esta situación, de ir de un lado a otro, y todo por no haber luchado nunca por lo que quiero, por no tener el suficiente valor. Sé que es imposible tenerlo todo pero me da igual. ¿Por qué? Porque no es eso por lo que lucho día a día.
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